Definitivamente, en una sociedad regida por los cánones de belleza, cualquiera que no se ajuste a las normas estéticas puede convertirse en víctima del body shaming, sobre todo en las redes sociales.
Conceptualización
Para empezar a entender este término, es interesante analizar el significado de la palabra “Body Shaming”. Este vocablo está formado por las palabras “body” (cuerpo en inglés) y “shaming”, derivado de “shame” (vergüenza, en este mismo idioma), lo cual hace referencia a la intención de avergonzar o burlarse de alguien criticando su cuerpo.
El body shaming, que en español podríamos traducirlo a “vergüenza corporal”, es un anglicismo que consiste en criticar y avergonzar a una persona por su apariencia física: porque tiene celulitis, porque le falta peso o porque le sobra, porque tiene manchas en la piel, porque le falta pelo, porque tiene estrías, porque no tiene una musculatura marcada o porque tiene demasiada… Una idea que rápidamente nos lleva a pensar en una práctica que lamentablemente es demasiado común hoy en día. Ya es sumamente frecuente en nuestra sociedad humillar a las personas por la forma de su cuerpo, tanto en las redes sociales, en Internet, medios impresos, etc...
Todo lo relacionado con el culto al cuerpo se ha vuelto central, y la vergüenza corporal ha comenzado a causar serios problemas psicológicos para muchos.
Oxford University Press (2019) define este concepto como “la práctica de hacer comentarios negativos sobre la forma o el tamaño del cuerpo de una persona”. La expresión body shaming en español no existe (como fenómeno social, lamentablemente, sí). La Fundéu recomienda usar, en lugar del anglicismo, “expresión crítica del cuerpo”, o “hacer sentir acomplejado”.
Lingüística aparte, la definición de “Body Shaming”, es la práctica cruel de humillar a las personas mediante comentarios críticos basados exclusivamente en su físico. Normalmente, se incrementa a medida que el físico de la víctima esté más alejado del cánon de belleza.
En realidad, para entender qué significa body shaming solo hace falta hacer un poco de memoria y recordar como cada cierto tiempo salta la noticia de que tal o cuál celebrity ha sido vista en la playa con un físico que no cumple con el estándar de belleza de la sociedad actual… Eso es una práctica de body shaming.
Muchas veces también existen dudas acerca de la forma en la que se escribe esta palabra compuesta: “Body Shaming” o “Bodyshaming”. Lo cierto es que en la RAE no aparece, por lo que oficialmente no existe, o no hay una norma correcta para escribirlo. En cambio, es un término cada vez más usado y que en otros organismos sobre lengua no española aparece como una palabra existente, cuya escritura correcta es por separado: “Body Shaming”.
Un fenómeno que genera inseguridades y problemas de autoestima, sobre todo entre las personas más jóvenes. El término body shaming se utiliza para referirse a una forma de humillación sobre el cuerpo de otra persona, haciendo que esta se sienta avergonzada por medio de comentarios y críticas hacia su apariencia física. Este fenómeno se da en la mayoría de veces en los círculos cercanos, por parte de familiares y amigos.
El comportamiento tóxico del body shaming se fue viralizando durante los últimos años hasta normalizarse. Hace dos semanas, la cantante pop, Ariana Grande, utilizó su cuenta de TikTok para abordar las críticas hacia su cuerpo: “Incluso si crees que lo haces con buena intención dejemos de comentar sobre cómo lucen los demás. Hay muchas otras formas de belleza y otras formas de verse saludable”.
Los estándares de belleza han nublado la percepción real de la belleza femenina, para el cual se les exige a las mujeres a alcanzar nada más que la perfección. Medaline Palma, influencer y activista afroperuana, conversó con Punto Seguido acerca de su experiencia como víctima del body shaming: “Soy concursante en certámenes de belleza y he recibido críticas sobre mi peso y sobre mi piel con acné. Al inicio, fue doloroso sentirme tan vulnerable con solo ver los comentarios”.
Ahora bien…¿qué es la belleza?, ¿qué es un cuerpo bello (y por tanto no merecedor de sufrir estas vejaciones)? Lo cierto es que desde siempre ha sido difícil describir las normas por las que se rige la belleza, pues es algo muy subjetivo. Numerosos filósofos han intentado describir la belleza sin éxito, aunque muchos de ellos la asocian con “aquello que hace el bien”. En cambio, la realidad no es ésta.
Mientras la sociedad evoluciona en muchos aspectos, en este aspecto no lo hace mucho. La mayoría de las mujeres sufren de vergüenza corporal, pero por supuesto, esta idealización del cuerpo perfecto también se aplica a los hombres. Tu cuerpo se convierte en tu presentación, que se tira a la basura si no se ajusta a la factura. De ahí el gran éxito de los famosos filtros de #Instagram para ocultar errores, productos milagrosos para bajar de peso, anuncios de dietas milagrosas o correctores de arrugas que pueden transformar casi instantáneamente tu cuerpo.
¿Es el body shaming una cuestión de género?
¿El body shaming va ligado solo a las mujeres o también afecta a los hombres? Tener problemas con la propia imagen corporal o incluso sentir vergüenza no va ligado al género. Toda la vida han existido tanto complejos como comentarios externos referidos a la estética: demasiado vello, poca altura o excesiva, poca complexión o mucha, calvicie etc.
Ahora bien, en los medios de comunicación es la mujer quien sufre más body shaming. Según el estudio (Re)construyendo el Body Shaming, de la Universidad de Stellenbosch, el body shaming no está erradicado en los medios de comunicación. En el análisis que hicieron, tanto en medios digitales como tradicionales, destacan la cara, el pelo, el estómago y el pecho como las partes del cuerpo a las que más referencia se hace al hablar de la mujer.
De hecho, no son pocas las artistas que han llegado a ser noticia, a acaparar titulares y a convertirse en trending topic en redes sociales por no cumplir con lo que la estética actual considera el cuerpo 10. Han sufrido body shaming Camila Cabello, Selena Gómez, Ariana Grande, Billie Eilish, Rihana, Kate Winslet, Blanca Suárez, Cristina Pedroche y un largo etcétera.
En definitiva todo se resume a la idea sobrevalorada el cuerpo o la imagen que "debes tener", y que los demás han de aprobar, valorar, y de paso comentar positivamente en las redes.
De sobra sabemos que “nunca llueve a gusto de todos” y por ello el body shaming actualmente afecta a mujeres, hombres, altos o bajos, personas que no se afeitan o que sí lo hacen, personas calvas o melenudas, etc. A cualquiera que no sigue los cánones que la sociedad ha establecido en ese momento. La sociedad, el grupo de iguales, tus seguidores, ellos dictar lo que debe ser.
La realidad es que se trata de un fenómeno que ha ido variando con el tiempo y al que se le ha otorgado un gran poder en todos los ámbitos sociales, desde el político al laboral y económico, y obviamente al social.
Por ahora, si nos centramos en nuestra realidad, las personas que más sufren “Body Shaming” son todas aquellas con cuerpos no delgados y no definidos o con formas corporales que no obedecen al típico 90-60-90, o formas similares consideradas “esteticas”. En general, las mujeres sufren más presión estética que los hombres, pero esto no significa que los hombres no tengan ciertos modelos de belleza incalcanzables. A continuación, hablaremos sobre ello.
¿De dónde viene el body shaming?
Difícil saber cuándo se originó. Podríamos decir que el body shaming y el concepto de la belleza van ligados y cada época de la historia ha establecido diferentes cánones de belleza a los que ajustarse.
Por ejemplo, hubo un tiempo en que no existía el culto al moreno, sino que lo bonito era tener una piel clara; hubo años en los que una mujer para cumplir con un cuerpo perfecto tenía que encajar en las famosas medidas del 90-60-90… Así que el concepto de belleza y el body shaming van ligados y se van adaptando a cada cultura y época.
Pero, ¿quién decide qué es lo bonito y lo feo? Y, ¿por qué nos afecta tanto el no poder cumplir con los estándares marcados? La búsqueda de la aceptación es uno de los principales motivos.
Body Shaming: ejemplos
Algunos ejemplos reales de comentarios estilo Body Shaming, con alta y tóxica carga de manipulación emocional, son los siguientes:
- “Ahora que has adelgazado estás más guapa”.
- “Desde que has empezado a trabajar en esa oficina te veo más gordo y menos atractivo”.
- “Si perdieras peso y te tonificaras, estarías mucho mejor”.
- “Deja de comer tanto pan que luego se te va todo a la barriga, que mira como estás ya”.
- “Si no te maquillas parece que vayas medio muerta por la vida, vaya ojeras”.
- “El gimnasio no se te nota mucho, sigues teniendo los brazos demasiado delgados”.
- “Mejor que dejes de cenar dos meses antes de verano, así luego te quedará mejor el bikini”.
- “Pareces una tabla de planchar, que poco pecho tienes, deberías operarte”.
- “Que tu seas más bajito que tu novia queda mal”.
- “Estoy agusto contigo pero no podría tener una relación si no haces dieta”.
- “Si tuvieras más músculo, esa camiseta te quedaría mejor”.
La relevancia de los anteriores ejemplos, es que el lector pueda hacerse una idea sólida de cuándo es víctima "sutil" del body shaming, de parte de conoidos y/o familiares, y que pudieran ser comentarios malintencionados o tal vez sin intención ofensiva.
La mayoría son comentarios relacionados con el tamaño, forma o apariencia del cuerpo. Normalmente tienden a criticar el peso y la forma, pero también pueden hacer referencia al tipo de piel, pelo u otros aspectos.
Muchas veces parece que se realizan con buenas intenciones,pero la realidad es que sólo es un disfraz e incluso muchas veces la propia persona que los realiza no es consciente de lo dañino que es el mensaje que está mandándole a la otra persona. Por ello, es muy importante sensibilizar y sensibilizarse con el tema para aprender a detectar qué comentarios puede que sean “Body Shaming” y podamos rectificar.
Body Shaming en mujeres

no ajustan en los cánones de belleza socialmente aceptados
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el género es un factor determinante en la salud mental de las personas. Acorde con los datos de este organismo, una de cada tres personas, en su mayoría mujeres, sufre depresión, ansiedad o trastornos con la alimentación. En la misma línea, es fácil vislumbrar que las mujeres son las más sometidas al “Body Shaming”.
El papel de la mujer en la sociedad, por desgracia, se relaciona estrechamente con ser bonita, ser bella, ser atractiva. Encajar en los cánones de belleza y estética.
En la actualidad, el canon de mujer físicamente ideal es alta, delgada, con piernas largas, glúteos firmes, vientre plano, cintura pequeña y pechos firmes y más bien grandes. Si nos centramos en la cara, se busca una apariencia juvenil sin arrugas, piel luminosa y suave, ojos grandes, labios carnosos, nariz pequeña y simétrica, piel ligeramente bronceada y melena larga. Todo lo que no encaje en esto, es “digno” de recibir humillaciones de tipo Body Shaming en mujeres. Aunque muchas veces se camuflen de “preocupación por la salud”.
Que las mujeres sean objeto de recibir más críticas por su cuerpo, se relaciona directamente con que sea este grupo de población que más dietas para perder peso hace, más retoques estéticos solicitan y más problemas de salud mental relacionados con el control de la apariencia y belleza física sufren.
Body Shaming en hombres

la presión de los cánones estéticos socialmente aceptables para figurar ante las mujeres y entorno laboral.
Muchas veces se relaciona la belleza en los hombres con lo fuerte, potente, poderoso y obviamente, masculino. El hombre que llora, que expresa sus emociones, que viste o se expresa de manera más suave, sensible o similar a lo que “deberían” hacer las mujeres, tiene muchas más probabilidades de ser criticado.
Asimismo, en el presente el canon físico de los hombres está cada vez más marcado. Hasta hace un tiempo, el hombre sólo tenía que encargarse de existir, trabajar y llevar dinero a casa, independientemente de cómo se viera su apariencia física. Pero actualmente, lo cierto es que la presión estética en los hombres cada vez es mayor.
Ahora se premian y glorifican los cuerpos definidos, musculosos, altos, cara con una mandíbula marcada, nariz ligeramente más ancha y larga que la femenina, cejas rectas y pobladas, pómulos marcados y angulosos, mandíbula cuadrada y ancha, abdominales marcados, brazos y piernas con los músculos bien definidos. Todo lo que no encaje con estas definiciones, es vulnerable de recibir “Body Shaming”.
A todo esto, cabe destacar que los cánones de belleza tanto de hombres como de mujeres varían no sólo con los años, sino también entre culturas y regiones. Por ejemplo, en zonas orientales, el canon de belleza masculino suele ser más andrógino que el de las zonas occidentales.
Consecuencias psicológicas del Body Shaming
El deterioro emocional de la persona que recibe el “Body Shaming” puede ser significativo y tener un impacto considerable en el bienestar general e incluso en la salud física, debido a los posibles cambios en el comportamiento alimentario que se podrían llegar a sufrir.
Las consecuencias psicológicas asociadas al «Body Shaming» engloban:
- Inseguridad y disminución de la autoestima: los comentarios críticos acerca de nuestro cuerpo pueden influir directamente en nuestra salud mental, generando una sensación de inseguridad profunda y modificando conductas tanto alimentarias como de hábitos de vida, muy relacionados con nuestra salud física. Es que creer lo que los demás dicen puede generar una imagen distorsionada de la realidad del propio cuerpo y que eso repercuta en la seguridad y en tener una autoestima baja.
- Inducción o empeoramiento de sintomatología ansiosa, : esto puede ocurrir especialmente en personas con una fuerte necesidad de agradar, tendencias perfeccionistas o dependientes. Ansiedad por sentir que no se está a la altura, ansiedad de rendimiento en la sexualidad (incluso hay a algunas mujeres que les afecta en sus relaciones sexuales y pueden sufrir anorgasmia), intentar adaptarse y no lograrlo, genera ansiedad.
- Dificultades en la socialización: sentir que se te humilla o rechaza por tu apariencia física puede provocar aislamiento social, evitación, y en algunos casos, problemas graves en la interacción social.
- Complicaciones y distorsión en la autoimagen, incluso llegando a problemas de alimentación.: En algunas personas puede debutar o empeorar afecciones médicas graves, como el trastorno dismórfico corporal, el cual a su vez está muy relacionada con el desarrollo y mantenimiento de mala relación con la comida, con el cuerpo y, por consiguiente, trastornos alimenticios graves.
- Episodios de depresión, y aumento del riesgo de suicidio: sentirse fuera de la norma y no ver posible conseguir el objetivo puede afectar en el ánimo, llegando en algunos casos a la depresión y la inseguridad patológica porque recibir comentarios nocivos de nuestra apariencia o vivir estas situaciones afectan gravemente la psiquis de la víctima. incluso llegando a ideación suicida, desesperanza o estados emocionales bajos sostenidos en el tiempo.
El impacto de las redes
En las redes sociales es más sencillo que se propaguen este tipo de comentarios, sobre todo hacia quienes trabajan como figuras públicas. Los autores del artículo “Beauty ideals, social media, and body positivity” señalaron el impacto que tienen las plataformas sociales sobre la percepción anatómica, el riesgo de desencadenar trastornos de la conducta alimentaria (TCA) y su potencial positivo para mitigar estos efectos nocivos.
Las redes sociales, sin duda tienen cosas positivas, pero hoy nos vamos a centrar en su lado más oscuro, en el que la misoginia campa a sus anchas. Las redes sociales, al viralizar estándares de belleza irreales, afectan de manera particular a la salud mental de las mujeres, fomentando comparaciones perjudiciales y reforzando la autocrítica.
Cada día, cuando abrimos sesión en alguna red social (en especial Instagram), nos enfrentamos a modelos impuestos, a imágenes de cuerpos “perfectos”, aunque en realidad muchos hayan pasado por retoques fotográficos, filtros y las fotografías hayan sido hechas con poses “estratégicas” para disimular todo aquello que se considera un “defecto”.
Si a esto le sumamos, además, todos esos influencers fitness que hablan de supuestos alimentos que adelgazan y dietas mágicas… son muchas las personas que acaban pensando que su cuerpo no está bien, ¡y es que es muy difícil reconocerse en esas imágenes con estándares de belleza tan poco realistas!
De todos modos, no demonicemos a las redes sociales porque no son quienes han creado este fenómeno, simplemente han viralizado una realidad que ya existía. Lo que se proyecta en redes sociales y en la publicidad (también muy fan del retoque y de presentarnos “la perfección”) puede causar gran sufrimiento en aquellas personas que tienen una difícil relación con su físico, ¿cómo? Fomentando la autocrítica al propio cuerpo y creyendo no estar a la altura; y, en algunos casos, incluso contribuyendo a un sutil gaslighting donde las personas empiezan a cuestionar su propia percepción y valor debido a estas influencias externas. A veces, nos olvidamos de que no existe el cuerpo perfecto y de amar lo que tenemos y no lo que no somos y no tenemos.
Cómo enfrentar el body shaming
A continuación, algunos consejos de nuestro equipo de psicólogos online sobre cómo lidiar con el body shaming:
- Practica un uso "saludable" de las redes sociales. Recuerda que somos mucho más que cualquier imagen que veamos en ellas o mucho más que los comentarios que puedan hacernos en ellas otras personas.
- Trabaja la autoaceptación. Es importante la mentalización de que la adhesión a determinados estándares de belleza no muestra nuestro valor, porque nuestro valor como personas reside en mucho más. Se trata de un trabajo cotidiano y complejo, que también puede resumirse en querernos un poco más.
Aunque no seas una víctima de body shaming, también hay cosas que puedes hacer:
- Todas las personas podemos poner de nuestra parte, empezando por nuestras propias acciones y palabras. Podemos, en cierto modo, "educar" a quienes nos rodean y no tener miedo de replicar - con asertividad - a una amistad o a alguien que, incluso de buena fe, haga bromas sobre el cuerpo. Puede costar poco hacer reflexionar a la gente y concienciar del problema.
- Todo el mundo podemos trabajar en nuestro autoconocimiento, en nuestra forma de expresarnos, en el esfuerzo por empatizar con el resto y en la práctica del respeto mutuo.
Body shaming vs. body positive
Para contrarrestar el avance en la normalización del body shaming, nació el movimiento denominado Body Positive. Este tiene como objetivo mostrar una visión positiva del cuerpo físico, sin importar el tamaño, forma u otros atributos relacionados con la apariencia. Sobre ello, la influencer afroperuana Medalien Palma señaló que ahora su único propósito para continuar es visibilizar la diversidad de los cuerpos femeninos:
“Hago esto por las niñas y por los niños también. Que vean que ellos también pueden ser reinas de belleza con los cuerpos que tienen, con las formas que tienen, con los rasgos que tienen. Es una forma de hacer presencia de que existen otros tipos de cuerpo y a pesar de lo que ponen en las redes, sigo aquí. No me voy a ir”.
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional.
Créditos Bibliográficos:
Enlace a: https://puntoseguido.upc.edu.pe/
Enlace a: https://www.unobravo.com/
Enlace a: https://combrension.com/
Enlace a: https://www.centropsicologicoloretocharques.com/
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